Leía hace unas semanas esta sensacional metáfora del mundo en que vivimos: Man wins French Scrabble championship without speaking a word of French.
Ya lo decía Platón en su alegoría de la caverna, nos guiamos por lo que perciben nuestros sentidos (y a veces ni eso, sino lo que otros nos cuentan que puede que perciban sus sentidos).
Lo podemos decir de otra manera que seguro que les suena mucho más, los indicadores: medimos (algunas) cosas, y eso nos sirve para (tratar de) intepretar la realidad. No digo que no haya que medir, ni que no haya que tratar de comprender la realidad pero el articulito este es un buen recordatorio de lo que puede pasar: todo un campeón del 'Scrabble', ese conocido juego de palabras cruzadas, no habla el idioma en cuestión.

The newly crowned champion of French-language Scrabble, faced a unique challenge going into Monday's final in Louvain, Belgium. After all, he doesn't speak French. At all.

Por lo visto, Nigel Richards memorizó el diccionario y derrotó a un buen número de contricantes que, estos sí, hablaban un francés bastante bueno.

Y lo hizo en dos meses.

Nigel Richards took about two months to memorize the French Scrabble dictionary.

También me recuerda el dicho aquel de Edsger Dijkstra The question of whether machines can think is about as relevant as the question of whether submarines can swim. acerca de si los submarinos nadan o hacen otra cosa y si las máquinas piensan (¿son inteligentes¿) o estamos hablando de otra cosa.

Curioso.

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