La pregunta puede parecer una provocaión pero ya no nos sorprende tanto saber que muchas personas (sobre todo jóvenes, cuando se mudan a una nueva casa y tienen que tomar la decisión) ya prescinden de la línea fija telefónica. No sólo eso, cuando a veces tratamos de proporcionar nuestro número fijo para alguna gestión nos miran con desconfianza y -en muchas ocasiones- nos piden un número móvil.

También es cierto que la navegación con el teléfono está superando a la navegación con ordenadores de sobremesa y que los contratos de telefonía habituales incluyen un buen número de gigas.
Aunque muchos dirán (y no digo que no sea cierto) que raramente se podría sobrevivir con las tarífas de telefonía móvil con esos gigas que dan (que parecen muchos cuando uno tiene habitualmente una conexión más 'permanente' pero no lo parecen si tuviéramos que usar exclusivamente esa conectividad).

No obstante, en el apartado de 'me desconecto y soy más feliz' en el que ya hemos traído algunos textos, podemos ver a Keri Savoca, que nos contaba su experiencia en What Happened When I Cancelled My Home Internet — And Why I Never Resubscribed.

En un principio lo hace por ahorrar:

I cancelled it because it was expensive. Yeah, I know — they advertise cheap internet services for a month, but then they add modem fees, taxes, random fees for all sorts of other things, and before you know it, it’s a month.

En muchos casos, prescindir de este servicio supone (no lo olvidemos) quedarse también sin los canales de televisión:

But without internet, you can’t have streaming services, so I went all out and eliminated all forms of technology — minus my phone, which I now go hours at a time without checking — from my home. And it was wonderful.

Sin embargo, ella nos recuerda que es desarrolladora web, milenial, gana dinero en la red y además se confiesa tecnoadicta, y pasa a detallarnos las ventajas de no tener conexión en casa (aunque tenga la del teléfono): fundamentalmente relacionadas con la posibilidad de ocupar el tiempo que dedicaba a usar la red en otras cosas. Cocinar, pensar, relajar la vista, ...
Siempre es posible acudir a algún lugar con conexión gratuita, preparando previamente una lista de tareas para no dejarse nada, y aprovechándose de las posibilidades de automatización (programar diversas acciones).

También tiene algunas consecuencias inesperadas, según la autora porque hay gente que deja de visitarla.

Más tarde se le rompió el teléfono y no lo sustituyó, aunque sí que empezó a utilizar para el trabajo un punto de acceso gratuito que tenía cerca de su casa.

No estoy seguro de que al final no esté haciendo 'trampas' pero parece que tener acceso a la red a tiempo parcial le funciona y que puede separar su tiempo de trabajo (en la red) de su tiempo de trabajo (en concentración) del resto de su vida.

¿Y ustedes podrían? ¿Tiene interés?

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