Se ha convertido casi en floklore popular: cuando hay un fallo en algo, se le echa la culpa al sistema informático (incluso cuando no sabemos hacer algo) o al ordenador y todo el mundo alza las cejas y la vida sigue.
En un mundo y en un momento en que nuestra dependencia de los sistemas informáticos es muy grande, eso pasa con cierta frecuencia y se asume con resignación.

A veces esos fallos existen y son reales y por eso me gustó leer Why the Great Glitch of July 8th Should Scare You donde nos cuenta como el 8 de julio un fallo informático (parece que real esta vez) provocó la paralización de la bolsa en Nueva York durante un día y algunos fallos más.
Y de allí pasa a comentar de manera algo tremendista que muchos sistemas informáticos no se han diseñado pensando en los problemas que puede sufrir.

Parece cierto que, en muchos casos, los sistemas no se diseñan pensando en posibles fallos, ataques... Pero, sobre todo, contratiempos:

But that is exactly why I'm a lot more worried. The big problem we face isn't coordinated cyber-terrorism, it's that software sucks. Software sucks for many reasons, all of which go deep, are entangled, and expensive to fix.

Pocas veces se valora (incluso en proyectos propios) los costes que puede tener cuando algo vaya mal.

(Also, this is why a lot of educational technology efforts fail: nobody budgets for maintenance, some parts of the system goes down, and teachers and kids rightfully abandon it. I heard a lot about this "no maintenance money" problem from researchers looking into the one laptop per child project).

De hecho, raramente se trata de un argumento de venta (que suele ser más bien: 'todo el mundo usa esto', 'todo el mundo lo hace así').

Etiquetas: fallos, bugs, informática, sistemas, resistencia, robustez, diseño, mercado

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