Ya lo decía hace tiempo Bruce Schneier en Data Mining for Terrorists: recoger datos y analizarlos buscando 'malos' es una tarea complicada, costosa, y que no tiene muchas garantías de tener éxito.

Podemos leer también uno más actual (que vi en un tuit de @vrruiz), In NSA-intercepted data, those not targeted far outnumber the foreigners who are: que sea difícil tener éxito no garantiza que las agencias y los gobiernos dejen de utilizar esta herramienta, apoyados por mucha gente que tiene miedo de que pasen cosas malas.
La conclusión es devastadora: un gran número de personas están (estamos) siendo espiados para encontrar a no se sabe muy bien qué mala gente (que tampoco se encuentra tanta, al final):

Nine of 10 account holders found in a large cache of intercepted conversations, which former NSA contractor Edward Snowden provided in full to The Post, were not the intended surveillance targets but were caught in a net the agency had cast for somebody else.

Me acuerdo de todas estas cosas porque últimamente me he visto descubriendo lo difícil que es hacer estas cosas bien. El otro día, al activar una cuenta de Google+ que no querría activar pero que necesito para obtener otros servicios, me salía:



Uno nunca puede estar seguro de conocerse bien a sí mismo, pero evidentemente esto es un error (agravado porque ambos sitios son de Google, la fotografía y el nombre es real, las cuentas están relacionadas...).
Así que, sí, lo de relacionar perfiles y establecer relaciones con nuestra actividad en internet es más difícil de lo que parece.

Luego encontraba otro, que no me afecta a mi pero que también tiene su
gracia:



En este caso se trata de un error de categorización (la película, cuando es para alquilar está catalogada como drama y cuando es para comprar está clasificada como comedia) que conduce a pensar que según la veamos de una forma u otra nos cuesta un precio diferente.

Algo tan sencillo como mantener una serie de datos de manera consistente no es fácil para una de las empresas de tecnología más importantes del mundo.

¿Debe tranquilizarnos esto?
Un poco sí.
Nos vigilan, pero no saben tanto de nosotros como nos/les gusta pensar. De todas formas, es injustificable recolectar tantos datos para conseguir tan poco.
También lo es pensar que cualquiera que tenga acceso a los datos y a las herramientas puede incluir en todo este sistema sus propias habilidades y llegar a saber mucho más sobre nosotros de lo que nos gustaría.

Etiquetas: vigilancia, datos, big, data, información, gente, espionaje, errores, fallos

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