Solemos pensar que las herramientas de seguridad se utilizan para protegernos y que nadie las usaría para perjudicarnos. Lo cierto es que parece que eso no siempre es así y las cosas terminan en manos de la contrata de la subcontrata de la recontrata y, a lo mejor, el empleado que realiza el trabajo es un autónomo o cualquiera sabe qué cosa, que con una cierta probabilidad, no se ha leído el manual de responsabilidad corporativa de la empresa (por decir algo) que 'presta' el servicio ni mucho que le importa. No digo que este sea el caso, porque incluso puede (¡qué locura!) haber empleados directos de la empresa que te vigila que hagan esas cosas (¿pueden creerlo?).

Y entonces, pasan cosas como la que nos cuentan en 100 Naked Citizens: 100 Leaked Body Scans: vas a un aeropuerto. Por tu seguridad y la de los demás te miran con un escáner al que sólo le falta poder mirar dentro de tu alma (o algo). Alguien graba y almacena (err... ¿no era sólo para nuestra seguridad? ¿Una miradita no pecaminosa ni nada y 'yastá'?) las imágenes y tu foto medio en pelotas (lo del alma era una forma de decirlo, ya lo habían adivinado) termina nadie sabe muy bien donde.

Seguro que habrá quien diga que no importa, que no se ve gran cosa (aunque el escáner cada vez muestra más algo que se aproxima a todo), o que el culpable es el sitio web que lo denuncia, por publicarlas pero lo cierto es que si las han conseguido, ¿quién más puede tenerlas? ¿Para qué las usará?

La maquinita en Gen 2 scanner.

Como dicen en gizmodo, pronto en un aeropuerto cerca de ti, tus fotos (o algo así).

Actualización: De todas formas, si alguien está muy preocupado, ya venden ropa interior anti-escáner: He's selling TSA-proof underwear. Aunque no quiero imaginar qué pasará si los dueños del escáner deciden que tienen que ver 'más allá'.

Etiquetas: escáneres, seguridad, aeropuertos, imágenes, grabación, almacenamiento, privacidad, intimidad, derechos

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