Ya habíamos hablado del El sentimiento de la blogosfera, donde se medía en un proveedor de servicios cómo se sentían los participantes. También en Seguimos con el sentimiento de la blogosfera y en El sentimiento de la blogosfera (II).

Por eso me hizo gracia el otro día cuando vi Using Twitter as a Collective Mood Ring que nombra el artículo Measuring the Happiness of Large-Scale Written Expression: Songs, Blogs, and Presidents como precedente de una herramienta one happy bird (felicidad twitt-osférica) que todavía no está disponible.

No obstante, me gustó el artículo que selecciona una lista de palabras relacionadas con las emociones (Affective Norms for English Words (ANEW); por cierto hay una Spanish adaptation of ANEW (Affective Norms for English Words), The, por si alguien se anima a hacer algo), y la utilizan para medir el 'sentimiento' (el grado de felicidad, más bien) de una muestra de entradas de bitácoras. También lo aplican a letras de canciones en inglés y los discursos del estado de la Unión.

Las conclusiones son que las letras de las canciones muestran una tendencia claramente a la baja, mientras que la de las bitácoras sería levemente al alza (con picos depresivos alrededor de los 11 de septiembre y efusivos alrededor de la Navidad y los días de San Valentín y muy depresivos alrededor de la muerte de Michael Jackson).

Para las bitácoras sobre las que tienen datos de la edad o localización, la felicidad parece mejor distribuida entre las edades intermedias (con el pico entre los 40 y los 50, bajos los más jóvenes y luego los más mayores) y en la latitud alrededor de los 30 y 40 grados en valor absoluto. En cuanto al día de la semana más feliz, según el artículo sería el domingo (tanto que el lunes todavía nos acordaríamos y es el segundo mejor, luego vamos bajando y la cosa se recuperaría cuando va llegando el fin de semana produciéndose el cambio de tendencia, claro, en el miércoles).

También la página web de los autores, If You're Happy, Then We Know It: Research Measures Mood.

En más sencillo, un experimento que cualquiera puede hacer: Simplistic Sentiment Mining from Tweets.

Creo que esto va a tener su interés próximamente, sobre todo teniendo en cuenta el acceso a los datos que nos proporciona la red (Demoscopia digital, ¿qué hacías mientras juraba Obama?) y el interés de los políticos (Gross National Happiness, índice de felicidad bruta; también habíamos hablado en vidas anteriores de Indicadores innovadores y de Un G8 diferente.

Más lejanos, pero también relacionados con las medidas, Medir la innovación y Algunas lecciones sobre la sabiduría de las masas.

De todas formas, estos sistemas de medida tienen sus críticos, recopilados en The Sentiment on Sentiment Analysis en la que todos parecen quejarse de la poca fineza del análisis, de la automatización y de la imprecisión del lenguaje que usamos.

Y además hay que tener cuidado, no vaya a pasar como a los de Google que en el antedicho fallecimiento de Michael Jackson, al detectar la avalancha de peticiones de información, pensaron que se trataba de algún tipo de ataque, como cuentan en Outpouring of searches for the late Michael Jackson.

Etiquetas: blogosfera, twittosfera, sentimientos, felicidad, alegría, demoscopía, encuestas, cifras, datos

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