Algunas ciudades y algunos bancos se están encontrando en EEUU con las consecuencias de las 'alegrías' inmobiliarias pasadas: cuando los propietarios no pueden pagar y les echan (o deciden irse, recuerden ¿Seguir pagando la hipoteca?) empieza a haber barrios o urbanizaciones completamente abandonadas que, aparentemente, se están convirtiendo en albergues para ocupas o ciudades fantasma: empeora la seguridad, provoca gastos innecesarios ... Hasta el punto de que los propietarios (bancos que tienen que pagar los impuestos correspondientes a viviendas que no valen ya lo que se esperaba) y los alcaldes se plantean la 'desurbanización': no se prestan servicios desde el ayuntamiento y así se ahorra el presupuesto.

De eso hablan, por ejemplo en Off-the-cuff suggestion prompts discussion on what to do with abandoned neighborhoods in Flint, que vi a través de un meneo de [EE.UU.] Ayuntamientos se plantean abandonar partes medio desiertas de sus ciudades, donde está traducido.

Por lo visto es un fenómeno que viene en algunos casos de atrás, e incluso tiene su página en la Wikipedia: Shrinking cities y una web dedicada, Shrinking cities, debido a las propias dinámicas de la población y de las ciudades.

En Editorial: Ghost developments cuentan el caso de otro caso de una constructora que se va a la porra y deja uno de estos barrios a medio terminar y casi deshabitados.

Y en Banks Starting to Walk Away on Foreclosures cuentan como algunos propietarios se están dando cuenta que la empresa que compró la hipoteca a otra empresa que a su vez compró la hipoteca a un banco ya no existen y su ex-casa ni siquiera está muy claro a quién pertenece o quién puede tomar una determinación sobre ella.

¡Vaya lío!

Etiquetas: ciudades, pasta, gente, organización, desurbanización, movilidad

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