La pereza (música, Kroke)
mmmm
Debería ir.
La pereza.
Sábado por la noche, con lo bien que se está en casa. Bueno, a ver si convenzo a mi hermano y vamos, ya veremos.
- 'Oye que actúa Kroke en Zaragoza, que tiene muy buena pinta'
- ¿Qué tocan?
- No sé, sólo he escuchado una par de canciones. Música Klezmer, judíos polacos son.
- Vale, iremos.
....
Llama mi hermano:
- Oye, que no me apetece ir, que hemos estado mucho rato por ahí, ya salimos el miércoles a ver otro concierto ...
La pereza.
¿Voy? ¿no voy?
La pereza.
Voy. ¿Quién sabe cuando me animaré a ir a otro?
Bus, veinte minutos esperando (y el mamón del alcalde diciendo con la boca pequeña que usemos el transporte público). Llego con el tiempo demasiado justo para no tener entrada. En la puerta me aborda un tipo con entradas en la mano (¿será posible que haya reventa?): 'mira que se ha puesto malo uno de los que venía y nos sobra una entrada, ¿te interesa?'. Vaya suerte. Precio de venta anticipada en la puerta del recinto.
El recinto: la rotonda del centro cívico Delicias. Se lo recomiendo; es un sitio pequeñito, con lo que si hay un concierto allí está garantizado el ambiente recogido y amigable. Muchos son 'sospechosos habituales': se saludan, besos, etc. Sillas para sentarse, incluso mesitas para unos cuantos (echo un cálculo rapido: 150 sitios para sentarse, en familia).
Luego acude más gente, hasta 250 o 300.
Puedo elegir un buen sitio: veré la cara y las manos de los músicos. Sigue la suerte.
Un poco de retraso: salen tres artistas. Uno toca el contrabajo, otro un acordeón diatónico (diría yo), y un tercero empieza tocando la viola; luego también usará un violín, su voz, una flauta, golpes variados, ... Cuidado, no se confundan: no es un artista y dos acompañantes. Son tres músicos de primera. En el escenario hay 'sitio' para todos y todos lo utilizan según convenga. Ya lo dije antes: veo sus manos, veo sus caras y gestos (verles cuando la pieza atraviesa un pasaje difícil, o que le gusta al músico, o como el pillín pone cara de 'interesante' para ganarse al público; también sus bromas privadas, cuando introducen variaciones para 'jugar' con sus compañeros). Tocan fenomenal, no había escuchado nunca esa música pero la primera vez que miro el reloj ha pasado ya una hora. Magia. En un momento de la actuación sale una bailarina. También muy bien.
Termina su actuación, dos bises. Hora de volver a casa, la gente con una sonrisa en la cara.
Las 12 y tantas, ya no hay autobuses, habrá que buscar un taxi.
La pereza.
Además, con las obras del AVE, los conductores han decidido evitar la zona. Habrá que andar. Unas cuantas calles más allá, por fin uno libre. A casa.
Parafraseando el anuncio aquél:
Transporte publico: 6 y pico euros
Entrada: 8 euros
Disfrutar de momentos como el vivido, no tiene precio.
Moraleja:
No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy.
Primero, porque mañana igual no estás, o no puedes.
Segundo, mañana Kroke no toca en Zaragoza.
Si pueden verles, vayan. Esta vez creo que esta ciudad era el final de su gira pero probablemente habrá más.
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