En Fotos a un clic del escándalo recuerdan un debate-problema-no-problema que ya lleva una temporada dando vueltas por la red: cada vez hay mas gente que lleva una cámara digital en su bolsillo (en el telefonillo, o de otra forma) y cada vez es más 'peligroso' que alguien pueda poner en la red imágenes que no pondríamos voluntariamente captadas con uno de estos dispositivos. Recuerdo como especialmente esclarecedora la historia de Pedro en The Transparent Society (de la que hablamos en su día al comprarme mi camarita digital, en Compré una cámara), y su segunda parte, The Transparent Society (II): Cuando la cámara miente). También la nota que leí en Xataka, sobre los juzgados de nuestra ciudad: Problemas para los usuarios de móviles con cámara.

Extraigo del texto de 20 minutos:

Los clubes conocen todos los modelos de móvil con objetivo para identificarlos

La cuestión es que por mucho esfuerzo que se ponga en ello, siempre será posible que alguien cuele un dispositivo de esos. Evidentemente, ya era posible sin telefonillos ni tecnología actual, aunque probablemente eran más difíciles de conseguir.

La pregunta que yo me hago siempre es la misma: está claro que a nadie le gusta que le fotografíen en un vestuario, por decir algo; o que, en un juicio, saquen fotos de alguien cuya seguridad o su dignidad podría verse comprometida.

El problema es que, como tantas veces, estas prohibiciones proporcionan una 'falsa sensación de seguridad', al hacer pensar a la gente que 'están seguros'. Tampoco veo claro cuál podría ser la solución a todas estas cosas.

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