Penasaba que era Mariano quien escribia este Diario.
Bueno ya veo que no.
No conozco para nada ese tal Fernando y no se quien es. Ya nos dira algo.
De todos modos extraigo del Foro de Angel Petisme un INTERESANTISIMO COMENTARIO que me acabo de encontrar al hilo de todo este rollo y sobre lo expuesto por mi con anterioridad...
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FONOMUSIC CIERRA
Parece un ejemplo para ilustrar el pequeño debate que se abrió anoche en el armario sobre la piratería,el estado de la música en este país y el filo de la navaja por el que nos movemos los artistas. El comando Barrera de Vic con sus veinticuatro añitos esconde un agitador nato. Quizás no sea tan incendiario como otros nombres y comandos petisbloggers que nos vienen a la cabeza de inmediato pero lleva un baile de San Vito y una guerra dentro que no puede con ella.
El caso es que esta tarde he llamado a una persona que trabajaba todavía en Fonomusic en la época en que yo grabé para ellos Turistas en el paraíso y El Singapur y me he enterado de la noticia. La multinacional Warner ha comprado todo el catálogo de Fonomusic y ésta ha cerrado despidiendo a todo su personal. El tiempo dirá si es bueno o malo para mí, porque ya sabemos que pese a los emails de los petisfans Fonomusic no se molestó ni en reeditar trabajos míos ya agotados. El catálogo de Fonomusic es impresionante, entre otras cosas reúne las mejores obras de todos los cantautores españoles y latinoamericanos del siglo XX. Dudo que para un megatrust como Warner, radicado en Bushlandia, eso suponga algo.
Vayamos por partes. Es evidente que tal como están las cosas en esta piel de toro las compañías de discos, los artistas sometidos a ellas con contratos de explotación esclavistas se han ganado a pulso desde hace muchos años el momento que vivimos. Su visión absolutista y exclusivamente mercantilista, rechazando y haciendo oídos sordos a los verdaderos creadores, a los artesanos de la música, desestimando toda apuesta a medio plazo y toda vía de riesgo se ha vuelto en su contra hasta el punto de hacer creer a los gobernantes (sean del signo que fueren) que la música popular (por llamarla de alguna manera) no era cultura y por tanto no necesitaba de fórmulas para articular su protección. Que la música era un negocio privado en manos de las multinacionales y una vía de enriquecimiento y lucro, es decir mero entertainment. Así se ha entendido en los 27 años de "democracia".
No es extraño pues que sobre los productos musicales se grave un impuesto de un 16% de IVA y sin embargo sobre los libros, las películas,etc sólo se les aplique un 4%. Uno de los motivos por los que los discos son caros. Ni que decir tiene que otro son la legión de intermediarios que hay que alimentar desde que el artista escribe su canción hasta que el comprador apoquina en la caja. Las distribuidoras, que se encargan de colocar los discos en las tiendas, encarecen el producto un 50 % más. Y ya no digamos las grandes superficies como El Cutre Inglés, etc, que vuelven a duplicar el precio de ese disco para obtener su lucrativa plusvalía. Así las cosas un disco que la compañía le ha puesto un precio de 5 a 6 euros nos lo encontraremos al triple de su valor en cualquier tienda.
¿Cuánto nos llevamos los artistas de esos discos? Normalmente, salvo contratos de artistas consagrados , de un 4% a un 10%,¡ojo! no sobre el valor de venta al público sino sobre el que le ha puesto la compañía. Es decir de 40 a 100 pesetas por disco vendido aproximadamente. Interesante, eh.
En mi época de esclavo de las compañías mis discos estaban a 2800 pts en el mercado y yo cobraba ¡40 peseticas por cada uno que se vendía.! Ahora como productor ejecutivo y socio a medias de mis propios lanzamientos suelo embolsarme alrededor de las 160-200 pesetas por unidad. Algo he conseguido para ganar algo más de libertad de movimientos a la hora de grabar y cómo grabar las canciones que yo quiero sin presiones de ningún tipo. Tampoco se lo deseo a nadie porque el proceso es agotador y pasa factura, pero de no ser así llevaría sin sacar discos desde hace varios años.
La gente como yo, guerrera y con las cosas claras, no tienen espacio en esa industria de charcuteros y lencería. Lo he hablado muchas veces con artistas queridos como Aute y me lo han reconocido ellos mismos:ahora nadie les grabaría un puto disco. Corrección, manipulabilidad y bisoñez son requisitos imprescindibles para que al menos sea escuchada una de tus maquetas si eres nuevo en la plaza. Luego está el factor suerte y por supuesto las modas imperantes.
Al precio que se venden mis discos nada tengo que reprocharle al chaval que le apetece escuchar mis canciones y se lo tuesta en casa de un amigo que se lo ha comprado. Ahora bien, reconozco que se ha perdido la mitad de mis esencias si no se ha fotocopiado las cien páginas de uno de mis disco libros. A mí como artista minoritario el fenómeno del top manta y la piratería industrial no me afecta. Y reconozco que la difusión doméstica, al igual que el boca a boca, me beneficia más que me perjudica.
De la Sociedad General de Autores entiendo que podría funcionar mucho mejor y servir con mayor atención y ecuanimidad a los intereses de todos sus socios, pero las siglas SGAE ,antes respondían a Sociedad General de Autores de España y hace unos años la E de España se cambió por Editores. Es decir empresas que dependen en su mayoría de las compañías de discos y se dedican a administrar los catálogos de canciones de esos artistas y te exigen una cesión de derechos de un 50% de la autoría de tu canción a cambio de promesas o pequeños adelantos en efectivo. O sea mafia, porque alguien que se apropia del 50% de tu trabajo de creación, de por vida,(incluso cuando tú ya estás muerto y durante 50 o 60 años más), no se puede considerar una congregación de monjitas misioneras.
Así las cosas. este mundillo de la música tal y como ahora se ha entendido, y acelerado en España por fenómenos como Operación Triunfo que estamos pagando los españoles de nuestros impuestos, se va al carajo con las consecuencias funestas que todos intuímos. Si se cierran más compañías de discos y más tiendas pequeñas menos artistas del calado que sean, grabarán.
No me alegro de que a cuatro hijos de puta les llegue su San Martín, porque no pueden pagar justos por pecadores, porque me gusta ser solidario con los compañeros de profesión, porque subirse a un escenario a comunicar merece todo mi respeto y sobre todo porque, no nos engañemos, ni las multinacionales ni las grandes superficies van a dejar de sacar partido con una mierda o con otra.
¿Alternativas? De momento no existen. La capacidad comercial de Internet está por demostrar y todo apunta a que de momento no es nada rentable. Mi propia experiencia con el petishop lo demuestra: Pedidos esporádicos, discos que se encarecen, a pesar de los precios baratísimos que hemos establecido, por las tarifas contrareembolso de correos, cinco o diez minutos para rellenar cada formulario de envío,etc,etc. ¿Bajarse las canciones de Internet por un módico precio? Imposible porque nadie confía todavía en que no te la van a meter doblada si das los datos de tu tarjeta de crédito o tu cuenta corriente....
¿Mi alternativa? La empírica: Seguir luchando, vender en los conciertos de 20 a 30 discos o libros de poemas, tocar donde sea, en el culo del mundo, a veces lo comido por lo servido, palizones de carretera, nada de camerinos, ni duchas ni fruta antes de tocar, etc,etc. Cómicos de la legua.
Reivindicar, reinventar la dignidad de un artista sobre un escenario, volver a ganarse el respeto de los muchos o pocos que se han tomado la molestia de acudir a oírte. Crear de nuevo la necesidad de apagar televisores y escuchar música y palabra que te ayuden y te insuflen energía nueva, rasmia, belleza para seguir gozando hasta que el corazón nos deje de latir.
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