Una red de dispositivos en nuestros bolsillos

Me lo recuerda Node es una "navaja suiza" de sensores adicionales para el teléfono móvil, (que he visto en Node convierte el móvil en un termómetro o en una pequeña estación meteorológica) y me parece bastante sugerente, aunque tal vez demasiado complicado para los usuarios normales.
El concepto supone complementar las capacidades de ese ordenador que todos llevamos en el bolsillo (a veces más de uno) con dispositivos adicionales como este Node, que en este caso está pensado como un contenedor de sensores, que podemos elegir según nuestros intereses (calor, infrarrojos, meteorología, ...).
Tiene la ventaja de que podemos emplear la capacidad de procesamiento y transmisión de nuestro teléfono pero añadirles características que no tiene (y, tal vez, ahorrar un poco de batería de paso).
Ya hemos visto aproximaciones para propósitos específicos, como los sensores deportivos (9 wearable gadgets that'll help you get in shape). Se puede leer en Fitbit: tres semanas y siete kilos menos después... el comentario de Enrique Dans sobre uno de ellos.
O volviendo el mundo al revés, recientemente se anunciaba El original "teléfono-accesorio" HTC Mini, y HTC Desire U, se estrenan en China (El comentario de Antonio Ortiz acerca de la sobrecarga añadida en HTC Mini: si tu móvil es demasiado grande, lleva otro).
Ante la desagradable (a mi me lo parece, pero veo que no estoy solo: Less is more: there's an iPhone-sized gap in the Android phone market) tendencia de hacer teléfonos que son cada vez más grandes, añadir un elemento que sirve para hablar y que es de un tamaño más manejable. En cierto modo sería el 'colmo' del 'outsourcing': sacar fuera del teléfono el objeto que dió origen al dispositivo.
O el propio Project Glass (la página del Project Glass) que avanza por la vía de la realidad aumentada en forma de gafas que interactúan con el mundo a través del teléfono que llevamos en el bolsillo.
Un conjunto de dispositivos que podemos llevar a nuestro alrededor: unos más a mano que otros, por ejemplo las gafas siempre puestas pero el teléfono puede quedarse encima de nuestra mesa cuando estamos en la oficina; algunos sensores podrían ir en nuestra bolsa o en la mochila, ...
Nada nos impediría llevar más dispositivos de cómputo encima, claro: ese segundo (y hasta tercer) telefonillo u otro tipo de ordenadores como el penúltimo juguete del ramo, la renombrada Raspberry pi. Sin olvidarnos de la nube, donde podemos tener todavía más potencia de cálculo si se necesita.
Sin embargo, la experiencia nos dice que la tendencia es a tener dispositivos que cada vez integran más cosas y que eso nos hace, en general, sentir más cómodos y confortables: de esos ordenadores de sobremesa a los que se les podía incorporar casi todo pero que casi nunca les añadíamos nada hemos pasado a esas tabletas que tienen casi de todo pero a las que es difícil añadirles casi nada.
Ya lo veremos.
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2013-02-02
21:17
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